Principes y Princesas

Las películas de Disney nos han hecho mucho daño, no sé qué pensaréis vosotr@s, pero que la princesita esté sufriendo durante todo el cuento, o durante toda la película, por encontrar a su príncipe, nos ha hecho mucho daño. El mensaje que hay detrás de esto es que la niña, chica, mujer, está esperando, siempre esperando a que la rescaten, a que la salven, a que la amen, a que la quieran, además del mensaje de que el amor debe ser vivido con desasosiego, como un anhelo, y con sufrimiento por parte de la amada al no tener la presencia del amado.Por otro lado, el niño, chico, hombre siempre tiene que rescatar, salvar, luchar por el amor de la Princesa e ir contra todos los obstáculos que se le pongan en el camino, en fin...esteretipos que asumimos sin darnos cuenta y se traducen en la forma que damos a nuestras relaciones. Recientemente me comentaron los resultados de un estudio sobre sexualiadad y amor realizado en la localidad donde vivo con población juvenil y universitaria. El gran porcentaje de las chicas experimentaban el amor como una relación de dependencia a su novio y además afirmaban que las querían más, cuánto más celosos eran sus novios....puf! El unir el amor a los celos es algo destructivo. Es curioso, cómo han asumido estos roles de sufridoras en el tiempo que estamos, supongo que no tiene que ver con la época en la que estamos, donde el feminismo es una corriente de moda más, y donde para alguno/as el feminismo se vive como un machismo camuflado. En fin, a lo que iba, los celos son el preludio de una relación de dependencia y poder dentro de la pareja, nada que ver con el amor. De esta forma,y con el nombre de celos, el miembro de la pareja celado deja de realizar cosas, que antes hacía para no enfadar al miembro de la pareja celoso y así con el tiempo consigue que todo lo que el celado haga quede supeditado al celoso. Está relación se mantiene así con el tiempo y siempre se trata de probar a ver hasta dónde puede llegar el poder.
En fin, príncipes y princesas huid de los principes y princesas celoso/as.

Kikaesrica¿Y por qué?

Porque mi padre se llama Juan Francisco y en su pueblo de toda la vida le han llamado Kiko, ya sabéis, de Francisco, Francisquito, y de Francisquito, -quito, -quito, Kiko.Por otro lado, rica no soy, ni un poco, aunque sepa bien (consultar otras fuentes empíricas)pero por deseo y empeño de mi madre lo seré. La mujer está empeñada en que tengo que ser rica para mantener mi nivel de gastos por debajo de mi nivel de ingresos, y no al ras, como se viene dando ultimamente.Jeje, las huchas no son un buen regalo para mí.